Afecciones oculares más comunes durante los meses de frío
12/11/2024
El suero autólogo y el plasma rico en factores de crecimiento son colirios hemoderivados que se preparan, en general, a partir de la sangre del propio paciente, por lo que son autólogos.
Sin embargo, si al paciente no se le puede extraer sangre, como en caso de anemia severa, o el paciente tiene contraindicaciones para utilizar su propia sangre, se utiliza la sangre de un familiar que sea compatible. En este supuesto el colirio es alogénico.
Los colirios hemoderivados contienen proteínas, factores de crecimiento, y la vitamina A, entre otras sustancias, que están presentes en la película lagrimal y que son importantes para la regeneración y la proliferación de las células epiteliales tanto de la córnea como de la conjuntiva.
Estas cualidades convierten a estos colirios idóneos para el tratamiento de las patologías de la superficie ocular donde sus células están dañadas.
El uso de estos colirios está indicado en la enfermedad del ojo seco, especialmente en los casos severos por cualquier causa, úlceras corneales por falta de sensibilidad corneal, insuficiencia de las células madre en el limbo (la región en el borde de la córnea), defecto epitelial corneal persistente y en erosiones epiteliales corneales recurrentes.
En la mayoría de estos casos, el tratamiento con lágrimas artificiales comercializadas no ha sido efectivo.
La preparación de estos colirios se debe realizar en los centros preparados con equipos adecuados y con el personal cualificado. Existen varios tipos de colirios hemoderivados, dependiendo de la preparación.
Tras extraer la sangre del donante (ya sea del mismo paciente o de un donante compatible), se procede a la centrifugación para que los glóbulos rojos queden en la porción inferior y se separen del suero de color amarillento en la parte superior del tubo de ensayo.
Si se utiliza todo este suero y se diluye en diferentes porcentajes como al 20% o al 50%, se obtendría el “suero autólogo o heterólogo” (dependiendo del donante).
Si se utiliza la fina capa del suero que está más turbia justo por encima de la porción de los glóbulos rojos, se obtendría el “plasma rico en plaquetas (PRP)”. Esta porción del suero contiene mayor concentración de plaquetas, proteínas, vitamina A y factores de crecimiento, esenciales para las células epiteliales. En otras palabras, se puede decir que el PRP es un suero autólogo/heterólogo concentrado.
Si con el PRP se procede a un proceso de eliminación de las células plaquetarias, quedaría un “suero concentrado” que contiene solo las sustancias deseadas sin células, denominado “plasma rico en factores de crecimiento (PRFC)”.
El tratamiento con los colirios hemoderivados suele ser más o menos efectivo, dependiendo de la severidad de la enfermedad en cada paciente. Su eficacia se puede detectar tanto subjetivamente (el paciente se encuentra mejor, menos molestias y con mejor visión) como objetivamente (hay menos células epiteliales dañadas, la úlcera tiene menor tamaño y la córnea se encuentra en mejores condiciones).
Dado que los colirios provienen de la sangre del mismo paciente o de un familiar compatible, no producen rechazo. No se ha publicado ningún caso en que los ojos hayan empeorado o haya hecho una reacción inflamatoria de rechazo ante los colirios hemoderivados.
Los colirios hemoderivados tienen que mantenerse en frío constantemente para conservar sus cualidades. Si se corta la cadena del frío, puede que la eficacia de los colirios se reduzca. Además, hay que tenerlos almacenados en un lugar limpio y tener un cierta higiene a la hora de instilarlo en los ojos ya que no lleva conservante y hay riesgo de que se contamine por gérmenes, aunque ese riesgo es bajo.
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