Ojo seco

10/02/2025

El ojo seco es una condición común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se produce cuando los ojos no producen suficientes lágrimas o cuando las lágrimas se evaporan demasiado rápido, lo que lleva a una falta de lubricación en la superficie ocular. Esta afección puede causar molestias significativas, como ardor, picazón, sensación de cuerpo extraño y visión borrosa. Si bien el ojo seco puede ser temporal, en algunos casos se convierte en un problema crónico que requiere atención médica.

Causas del ojo seco

Existen diversas causas que pueden contribuir al desarrollo del ojo seco. A continuación, se detallan las más comunes:

  1. Disminución de la producción de lágrimas: Con el paso del tiempo, las glándulas encargadas de producir las lágrimas pueden volverse menos eficaces. Esta reducción es más común en personas mayores y puede ser consecuencia del envejecimiento o de ciertas condiciones médicas, como el síndrome de Sjögren, una enfermedad autoinmune que afecta las glándulas salivales y lacrimales.
  2. Evaporación excesiva de las lágrimas: Las lágrimas son fundamentales para mantener la superficie ocular lubricada, pero en algunos casos, las lágrimas se evaporan rápidamente. Cuando la lágrima no está equilibrada pierde calidad y se vuelve más inestable y frágil. Factores externos como el aire acondicionado, el viento o la exposición prolongada a pantallas y teléfonos móviles son factores adversos para la estabilidad lagrimal y pueden incrementar aun más los síntomas de sequedad. Por otra parte, está el parpadeo. Este movimiento es básico para distribuir la lágrima de forma homogénea por la superficie ocular logrando así una buena protección y calidad visual. Tened en cuenta que durante una conversa parpadeamos alrededor de 15 veces por minuto, pero cuando fijamos frente a pantallas nuestra frecuencia de parpadeo disminuye a 5 veces por minutos. Si parpadeamos con menor frecuencia, favorecemos la evaporación de la lágrima.
  3. Uso de medicamentos: Algunos fármacos pueden contribuir al ojo seco como efecto secundario. Los antihistamínicos, los descongestionantes y ciertos antidepresivos son conocidos por reducir la producción de lágrimas.
  4. Condiciones ambientales: El clima, especialmente en ambientes secos o con alta contaminación, puede agravar los síntomas del ojo seco. El viento, el frio y calor extremo, así como el humo y el polvo pueden irritar los ojos y aumentar la inestabilidad de la lagrima.
  5. Cirugía ocular: La cirugía refractiva, como la operación LASIK, puede afectar temporalmente la producción de lágrimas, lo que puede desencadenar síntomas de ojo seco en algunas personas.
  6. Uso de lentes de contacto: Las personas que utilizan lentes de contacto durante largos períodos de tiempo están en mayor riesgo de desarrollar ojo seco, ya que estos pueden alterar la distribución de las lágrimas en la superficie ocular.

Prevención del ojo seco

La prevención del ojo seco implica adoptar una serie de medidas que pueden mejorar la producción y calidad de las lágrimas, así como reducir la irritación ocular. Algunas recomendaciones incluyen:

  1. Hidratación adecuada: Beber suficiente agua es fundamental para mantener las lágrimas en niveles óptimos. La deshidratación puede empeorar los síntomas de ojo seco.
  2. Uso de humidificadores: En ambientes secos o con calefacción, un humidificador puede ayudar a mantener la humedad en el aire, lo que previene la evaporación excesiva de las lágrimas.
  3. Descansos frecuentes de las pantallas: Para las personas que pasan muchas horas frente a una pantalla, es importante seguir la regla 20-20-20: cada 20 minutos, mirar algo a 20 pies (6 metros) de distancia durante al menos 20 segundos. Esto ayuda a reducir la fatiga ocular y mejora el parpadeo, lo que facilita la distribución de las lágrimas.
  4. Evitar ambientes irritantes: Reducir la exposición al viento, al humo y a la contaminación puede ser beneficioso. También es recomendable evitar el uso excesivo de aire acondicionado o calefacción.
  5. Uso de lágrimas artificiales: Las lágrimas artificiales pueden proporcionar alivio temporal en casos de ojo seco. Estas gotas lubricantes pueden ayudar a mantener la superficie ocular hidratada y reducir los síntomas.
  6. Consultar a un especialista: Si los síntomas persisten o empeoran, es fundamental consultar a un oftalmólogo. En algunos casos, puede ser necesario prescribir medicamentos, como antiinflamatorios o tratamientos más específicos, para controlar la afección.

Conclusión

El ojo seco es una afección incómoda que puede afectar gravemente la calidad de vida, pero con medidas preventivas adecuadas y un diagnóstico temprano, es posible manejar y aliviar sus síntomas. Adoptar hábitos saludables y consultar a un profesional en caso de que los síntomas persistan son pasos clave para mantener una buena salud ocular.

Dr. Rubén Delgado, oftalmólogo del Centro de Oftalmología Barraquer

Podcast relacionado

Ojo seco: tratamiento con IPL #13

26/04/2024

El ojo seco es una patología crónica que consiste en la escasez de la cantidad de lágrima y/o en el deterioro de la calidad de la misma produciendo una inflamación de la superficie del ojo. Las lágrimas son esenciales para mantener la superficie del ojo lubricada, proporcionarle nutrientes y protegerlo contra infecciones. En este capítulo hablamos con el doctor Rubén Delgado sobre algunas cuestiones básicas sobre el ojo seco y los tratamientos que ofrecemos en Barraquer.

Newsletter