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La presbicia o vista cansada es la pérdida gradual de la capacidad para enfocar objetos de cerca. Aparece de forma fisiológica en todas las personas a partir de los 40 años, aproximadamente, cuando la lente natural del ojo, el cristalino, comienza a perder su elasticidad, se vuelve más rígido y ya no tiene la flexibilidad suficiente para cambiar de forma y enfocar imágenes cercanas, haciendo que cueste acomodar la visión.
Todos sufriremos la presbicia, en mayor o menor medida, en función de la graduación que tengamos. Las personas miopes suelen desarrollarla más tarde, mientras que los pacientes con hipermetropía pueden comenzar antes. Aunque es absolutamente normal y no supone ningún riesgo, la progresión de la presbicia suele resultar incómoda y puede menguar la calidad de vida de los pacientes.
Los principales síntomas que experimentamos son:
Tratamiento de la presbicia
Las opciones terapéuticas para corregir la presbicia son personalizadas. Requieren un estudio exhaustivo para concretar el tratamiento más adecuado a cada persona, puesto que actualmente disponemos de una gran cantidad de opciones:
En las opciones quirúrgicas, además de realizar un exhaustivo examen preoperatorio y trabajar con el más amplio abanico de lentes para brindar la máxima personalización, ofrecemos otros puntos diferenciales que disminuyen el riesgo y optimizan los resultados.
En la cirugía con implante de lentes intraoculares:
Operamos la presbicia en los dos ojos por separado porque si hay algún error en la primera cirugía, tenemos un margen para realizar modificaciones antes de la segunda. Intervenir ambos ojos a la vez con anestesia en gotas puede resultar atractivo ya que requiere menos inversión quirúrgica y acorta el postoperatorio. Pero esta opción presenta importantes desventajas porque operar ambos ojos a la vez no permite margen de error.
Preferimos usar anestesia local y no tópica, ya que deja la estructura del ojo completamente bloqueada, aunque requiera un mayor coste y estructura quirúrgica por la presencia obligada de un anestesista durante la cirugía. Solo así podemos proporcionar un mayor confort y una experiencia mucho más relajada al paciente, que no sentirá dolor y tampoco tendrá que colaborar durante la intervención. En cambio, la anestesia en gotas o tópica requiere la colaboración del paciente durante la cirugía, que tiene que mirar una luz e intentar estar quieto con un ojo que no está completamente bloqueado.
Dr. Jose Lamarca, oftalmólogo del Centro de Oftalmología Barraquer
Todos sufriremos la aparición de la presbicia o vista cansada a partir de los 40 años. Aunque su progresión suele resultar incómoda, actualmente disponemos de un amplio abanico terapéutico para que el paciente pueda afrontar esta etapa sin renunciar a su calidad de vida. ¿Qué es la presbicia? ¿Cómo es su tratamiento? ¿De verdad vale la pena operarse? Despejamos todas las dudas.