La cirugía del iris: avances y aplicaciones
24/12/2024
15/09/2017
Nacida en Cerdanyola del Vallès, la doctora Marta Mármol Díaz entró como médico residente en el Centro de Oftalmología Barraquer en el año 2010. Al terminar la residencia en 2014 estuvo una temporada trabajando en el servicio de urgencias del centro.
Ha sido fellow de oculoplástica durante aproximadamente dos años y medio. Recientemente ha pasado a formar parte del Departamento de Glaucoma del Centro de Oftalmología Barraquer, un logro que le supone un gran salto y todo un reto profesional y que inicia con muchísima ilusión.
- ¿Por qué decidiste ser doctora? ¿Tus padres u otros familiares influenciaron de alguna manera en esta decisión?
Desde pequeña siempre tuve inquietud por la medicina. No he tenido la influencia de ningún familiar porque soy la primera doctora en casa; aunque mis padres siempre me han animado para que consiguiera esta meta. Es enriquecedor que el ejercicio de tu profesión permita ayudar a las personas en algo tan primordial como la salud.
- ¿Cómo fue tu trayectoria de formación hasta llegar a ser oftalmóloga? ¿Algún consejo para estudiantes de medicina y nuevos residentes en esta especialización?
Cursé mis estudios de medicina en la Universidad Autónoma de Barcelona. Los dos primeros años en la Facultad de Bellaterra y los 4 siguientes en el Hospital Vall d’Hebrón.
Tras el MIR, la vida me brindó una oportunidad increíble: especializarme en oftalmología en un centro de referencia como es Barraquer. Mi consejo para los estudiantes que se inician en esta apasionante aventura es que aprovechen al máximo la formación que van a recibir, y a la par disfruten de esta bonita etapa.
- ¿Por qué elegiste especializarte en oftalmología?
Desde el inicio de la carrera me había atraído la oftalmología, y durante los años de prácticas en el Hospital, reafirmé mis convicciones. La oftalmología es una disciplina muy completa, es una especialidad medico-quirúrgica que, a pesar de centrarse solo en los “ojos”, un órgano a priori pequeñito, te abre un mundo de subespecialidades, con técnicas terapéuticas siempre a la vanguardia.
- ¿Qué te gusta de tu profesión?
Lo que más me gusta de ser oftalmóloga es que somos los doctores encargados de cuidar la vista de nuestros pacientes. Creo que probablemente es el sentido más preciado de todos, y velar por ello es reconfortante.
Además como comentaba anteriormente, es una especialidad muy completa. Te permite ejercer como clínico, como cirujano y estar al frente de los avances más novedosos.
- Desde hace poco has pasado a formar parte del Departamento de Glaucoma del Centro de Oftalmología Barraquer. ¿Podrías explicarnos y decirnos la causa principal de esta patología?
El glaucoma es una enfermedad irreversible que afecta al nervio óptico. El factor de riesgo más importante es la presión intraocular elevada. La predisposición genética y los factores vasculares son otros factores importantes.
Además, existen otras posibles causas o afecciones que pueden producirlo (lo que llamamos glaucomas secundarios). Por ejemplo, en personas que han recibido tratamientos prolongados con esteroides; tras traumatismos oculares, o asociado a otras patologías oculares.
- ¿Se suele detectar tarde esta patología? ¿Qué se le podría indicar o aconsejar a la población para una detección precoz, evitando así la ceguera?
El principal problema del glaucoma es que es una enfermedad silente. La mayoría de los pacientes afectados no suelen tener síntomas hasta entrar en fases avanzadas de la enfermedad, y teniendo en cuenta la irreversibilidad de los daños, es de vital importancia el diagnóstico precoz.
Por ello son fundamentales las visitas periódicas al oftalmólogo, más aún, cuando existen factores predisponentes: edad mayor de 40 años, antecedentes familiares de glaucoma, miopía, diabetes, hipertensión arterial o enfermedades cardiovasculares, entre otros.
- ¿Cuáles son los principales avances que destacarías en el tratamiento de esta patología?
En la actualidad, tenemos un amplio abanico de opciones terapéuticas. En un futuro próximo, es posible que dispongamos de nuevos colirios e incluso de fármacos de liberación lenta.
Desde el punto de vista quirúrgico, la novedad está en los nuevos implantes a través de cirugías mínimamente invasivas (MIGS) que favorecen el drenaje minimizando la manipulación de los tejidos, y priorizando la seguridad y eficacia.
- ¿Has participado como voluntaria en alguna expedición médica con la Fundación Barraquer? ¿Qué fue lo que más te impactó de la experiencia?
Sí, he tenido la suerte de participar junto con otros compañeros de la Fundación Barraquer en expediciones a Libreville (Gabón) y a Boane (Mozambique). No es sencillo explicar lo gratificante que han sido estas experiencias.
Cada día al retirar los vendajes de los pacientes operados el día anterior, me sorprendía el ver la gratitud sincera en los ojos de alguien. Regresas a Barcelona con mucho menos equipaje, pero con el corazón rebosante de felicidad y satisfacción por haber cumplido el objetivo de nuestra misión y por haber devuelto la luz a muchas miradas. Sin duda alguna, una experiencia inolvidable.
Stefano Bosio Foto: Álex Barrios