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El desprendimiento de retina y el desprendimiento de vítreo son dos patologías oculares que afectan la parte posterior del ojo y pueden provocar pérdida de la visión. Aunque comparten algunas similitudes, es fundamental entender sus diferencias y síntomas para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
El desprendimiento de retina ocurre cuando la retina, una capa sensible a la luz ubicada en la parte posterior del ojo, se separa de su posición normal. Esto suele deberse a roturas o agujeros en la retina, que permiten que el líquido vítreo (el gel transparente que llena el ojo) penetre detrás de ella. Así se crea un espacio entre la retina y la capa de tejido que hay por debajo, lo que interrumpe la recepción de imágenes y, en casos graves y si se pospone el tratamiento, causa pérdida permanente de la visión.
Aunque todos podemos sufrir un desprendimiento de retina, hay población más susceptible a padecerla como por ejemplo gente de edad avanzada, los miopes, si hay antecedentes de lesiones o enfermedades oculares previas o cirugía de cataratas complicada, entre otros.
Los síntomas del desprendimiento de retina pueden incluir la visualización repentina de destellos de luz, moscas volantes (puntos negros flotantes en el campo visual) y la aparición de una cortina oscura o sombra en el campo de visión periférica que empeora progresivamente. Es crucial buscar atención médica inmediata si se experimenta alguno de estos síntomas, ya que el desprendimiento de retina es una emergencia médica.
El desprendimiento de vítreo, por otro lado, ocurre cuando el gel vítreo que llena el ojo se separa de la retina. A medida que envejecemos, el vítreo se vuelve más líquido y puede contraerse, ejerciendo tracción en la retina y causando su separación de la misma. A diferencia del desprendimiento de retina, el desprendimiento de vítreo suele ser una condición benigna y no causa pérdida permanente de la visión.
Los síntomas del desprendimiento de vítreo pueden incluir la aparición súbita de moscas volantes y, en ocasiones, destellos de luz. Es esencial recibir atención oftalmológica para confirmar el diagnóstico y descartar cualquier problema más grave.
La diferencia clave entre estas dos afecciones radica en la afectación de la retina. Mientras que el desprendimiento de retina involucra una separación de la retina de su posición normal, el desprendimiento de vítreo implica una separación del vítreo de la retina. Además, los síntomas del desprendimiento de retina tienden a ser más notorios y sus consecuencias potencialmente más graves que los del desprendimiento de vítreo.
El diagnóstico preciso de estas patologías solo puede realizarse mediante una evaluación oftalmológica que incluya un examen ocular completo y eventualmente pruebas diagnósticas. Si se sospecha un desprendimiento de retina, es crucial buscar atención médica de inmediato, ya que un tratamiento oportuno, generalmente quirúrgico, puede ayudar a prevenir una pérdida de visión permanente.
Dra. Sònia Viver, oftalmóloga del Centro de Oftalmología Barraquer