La cirugía del iris: avances y aplicaciones
24/12/2024
28/06/2017
El aire acondicionado elimina la humedad del aire; el aire seco y frío produce irritación de los ojos y puede provocar que se resequen las mucosas y desarrollar el síndrome del ojo seco.
El síndrome de ojo seco es uno de los trastornos oculares más frecuentes cuyos síntomas se ven incrementados por el aire acondicionado, los ventiladores, el uso excesivo de la calefacción, los lugares cargados de humos, las corrientes de aire y la contaminación ambiental.
Todos estos agentes externos resecan la superficie ocular aumentando el número de personas que sufren molestias por sensación de arenilla, como si se tuviera un cuerpo extraño en el ojo, ardor, cansancio, visión borrosa y presencia de secreción mucosa, especialmente en personas portadoras de lentes de contacto y en aquellas más propensas a sufrir esta dolencia.
Es importante mantenerse alejado del foco de la corriente de aire, tanto de ventiladores como de aparatos de aire acondicionado y tener precaución en lugares donde se pasa más tiempo como en casa, la oficina o el coche.
Se recomienda aumentar la humedad ambiental mediante el uso de humidificadores y, para aliviar los síntomas del síndrome del ojo seco, utilizar lágrimas artificiales sin conservantes que disminuyen la irritación, mejoran la visión y atenúan la sensibilidad a la luz.
En verano solemos exponer nuestros ojos a una gran cantidad de riesgos como los rayos nocivos del sol, el contacto con el agua y la práctica de algunos deportes que requieren una protección ocular adecuada. El doctor Andrés Picó te ofrece las pautas para disfrutar de las vacaciones con garantías para tus ojos.