La cirugía del iris: avances y aplicaciones
24/12/2024
21/12/2021
No son extrañas aquellas ocasiones en las que nuestros pacientes se quejan de una mala visión nocturna. En términos oftalmológicos es lo que conocemos como ceguera nocturna o nictalopía, y se trata de un síntoma bastante común en el que tenemos una dificultad visual parcial o total cuando estamos expuestos a poca luz o en la oscuridad.
Ni todas las personas tienen el mismo tipo de defecto en estas circunstancias, ni existe una única patología que las cause, de hecho, en ocasiones ni siquiera esconde una enfermedad ya que puede suceder de forma fisiológica. Cuando oscurece dejamos de percibir los colores con claridad, nuestra pupila se dilata y por ello nuestra visión puede empeorar en algunas circunstancias no patológicas.
Las principales causas, al margen de las fisiológicas o normales, son:
Miopía: Se trata de una afección extraordinariamente común en que una persona que no ve bien de lejos. Las características anatómicas provocan ceguera nocturna especialmente en aquellos que tienen graduaciones altas.
Astigmatismo: Conocemos este defecto visual como una irregularidad en el sistema óptico del ojo, generalmente localizado en la superficie del ojo, más concretamente en la córnea, que provoca que no veamos bien ni de cerca ni de lejos. En estos casos la dilatación pupilar puede incrementar el síntoma en cuestión. Existen unas formas de astigmatismo patológico, que puede manifestarse con este síntoma, como por ejemplo en una entidad que se conoce como queratocono.
Cataratas: Cuando la lente natural que tenemos dentro del ojo, que se conoce como cristalino, pierde transparencia, sucede lo que denominamos catarata. Dentro de los síntomas habituales podemos encontrar dificultad visual nocturna.
Glaucoma: El glaucoma es una patología que estropea nuestro campo visual y que en algunos estadios de la enfermedad puede manifestar una sensación de pérdida visual que se incrementa en la oscuridad.
Retinitis pigmentaria: En este caso hablamos de personas que han heredado una enfermedad que afecta fundamentalmente a la retina, y que suele reducir el campo visual periférico, dando entre otros síntomas la ceguera nocturna.
Deficiencia de vitamina A: Sabemos que la vitamina A tiene importancia en el metabolismo visual y su deficiencia puede conllevar entre otros, nictalopía.
La ceguera nocturna a pesar de ser un problema común y que en ocasiones no revela un origen patológico debe ser estudiada por un equipo de oftalmología para descartar posibles enfermedades, que en ocasiones se pueden revertir o estabilizar.
Dr. José Lamarca, oftalmólogo del Centro de Oftalmología Barraquer