El test de osmolaridad: ¿En qué consiste?
22/11/2024
06/10/2015
La Presión intraocular (PIO), también llamada coloquialmente “Tensión intraocular” se refiere al rango de presión medible en el interior del globo ocular.
La PIO sigue un ritmo circadiano que depende del ritmo sueño-vigilia. Su máximo se sitúa, aproximadamente, entre las 8 y las 11 de la mañana, y el mínimo entre la 12 y las 2 de la noche. La variación durante el día puede ser de hasta 3-5 mmHg.
En adultos sanos los valores normales de la PIO se sitúan entre 10 y 21 mmHg y suelen aumentar con la edad.
Existen varias formas de medir la presión en el interior del ojo, realizándose mediante tonometría. La tonometría está basada en la relación entre la PIO y la fuerza necesaria para deformar la forma natural de la córnea. La medida por aplanación mediante el tonómetro de Goldmann supone el método más fiable y frecuentemente utilizado por los oftalmólogos en su consulta ordinaria. Para ello se necesita anestesiar tópicamente la córnea, y aplicar fluoresceína sobre ella.
No podemos olvidar que hay factores que pueden afectar a la medida de la PIO como el estado de la cornea, su espesor corneal, el radio de curvatura o el grado de hidratación de la misma, pueden influenciar la medición.
Además, llevar prendas de cuello estrecho, corbatas excesivamente apretadas, respiración entrecortada, apretar los párpados o maniobras de Valsalva pueden aumentar erróneamente los rangos de presión.
Una PIO alta de manera constante puede dañar el nervio óptico y producir Glaucoma. Por ello, es importante realizar revisiones anuales en aquellos pacientes con factores de riesgo de desarrollarlo.
En pacientes con sospecha de PIO alta se pueden realizar mediciones durante un día entero, lo que se conoce como “curva” de Presión intraocular.