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Las lágrimas son un componente esencial de la salud ocular. Una persona promedio produce entre 0,2 a 0,5 mililitros de lágrimas al día. Existen varios tipos y cumplen varias funciones importantes, como lubricar los ojos, proteger contra infecciones y eliminar partículas extrañas.
Las lágrimas basales lubrican y nutren la córnea y la conjuntiva, proporcionando una barrera protectora constante. Están compuestas por una mezcla de agua, lípidos (grasas), mucinas, proteínas y electrolitos. Por su lado, las lágrimas reflejas se producen en respuesta a irritaciones oculares, como el humo, el viento o cuerpos extraños. Su composición es parecida a la de las lágrimas basales, pero se producen en mayor volumen.
Finalmente, también existen las lágrimas emocionales. Estas se generan en respuesta a emociones fuertes y contienen hormonas y proteínas adicionales que no se encuentran en los otros tipos de lágrimas, como la prolactina, la hormona adrenocorticotrópica y la leucina encefalina. Como curiosidad cabe destacar que los seres humanos son las únicas criaturas que producen lágrimas emocionales y se considera que este fenómeno se encuentra ligado a la evolución de la comunicación y las relaciones sociales.
Las lágrimas y el ojo seco
Conocer la función y los diferentes tipos de lágrimas es esencial para comprender su importancia en la salud ocular y para abordar eficazmente condiciones como el ojo seco. Esta afección ocular aparece cuando, por distintos motivos, las lágrimas no son capaces de proporcionar una adecuada lubricación para los ojos.
Tratamiento del ojo seco
El tratamiento del ojo seco dependerá de su causa subyacente y las condiciones de cada paciente. En general, ofrecemos los siguientes tratamientos:
Otras acciones que pueden ayudar a mejorar la condición de los pacientes son la mejora del estado ambiental, aumentando la humedad con un humidificador o la concienciación de la importancia del parpadeo para la lubricación de la superficie del ojo, que debe ser al menos de 12-15 veces por minuto. Paralelamente, aumentar la ingesta de omega-3 en la dieta diaria también ayuda a mejorar la composición de la lágrima.
Dr. Víctor Charoenrook, oftalmólogo del Centro de Oftalmología Barraquer
El ojo seco es una patología crónica que consiste en la escasez de la cantidad de lágrima y/o en el deterioro de la calidad de la misma produciendo una inflamación de la superficie del ojo. Las lágrimas son esenciales para mantener la superficie del ojo lubricada, proporcionarle nutrientes y protegerlo contra infecciones. En este capítulo hablamos con el doctor Rubén Delgado sobre algunas cuestiones básicas sobre el ojo seco y los tratamientos que ofrecemos en Barraquer.