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Impacto de la fractura de órbita en el ojo

Fractura órbita

09/07/2024

La órbita es una estructura ósea compleja que alberga y protege el ojo y sus componentes esenciales, incluyendo músculos, nervios y vasos sanguíneos. Las fracturas de la órbita pueden tener serias repercusiones en la salud ocular, afectando tanto la función visual como la apariencia estética. Es fundamental diagnosticarlas para brindar un tratamiento adecuado y minimizar las secuelas a largo plazo.

Repercusiones en el ojo

Las fracturas de la órbita pueden causar una variedad de problemas oculares, dependiendo de la severidad y localización de la lesión.

  • Visión doble (diplopía): Es una de las complicaciones más comunes tras una fractura orbital. Ocurre por ejemplo cuando los músculos oculares están atrapados o desplazados, impidiendo que los ojos se alineen correctamente. La fractura del suelo orbital puede atrapar el músculo recto inferior, limitando el movimiento del ojo y causando visión doble.
  • Enoftalmos: Es el desplazamiento posterior del globo ocular dentro de la órbita, resultando en un aspecto hundido del ojo. Esto puede ocurrir debido a la pérdida de soporte óseo o al desplazamiento de los tejidos blandos hacia el seno maxilar a través de una fractura del piso orbital.
  • Hematomas y hemorragias: Las fracturas orbitarias pueden causar hematomas periorbitales (moretones alrededor del ojo) y hemorragias subconjuntivales (sangrado debajo de la conjuntiva). Aunque estos suelen resolverse con el tiempo, pueden ser indicativos de un trauma significativo y requerir atención médica.
  • Daño nervioso: El nervio infraorbitario, que proporciona sensibilidad a la mejilla, el labio superior y el párpado inferior, puede dañarse en una fractura orbital, resultando en entumecimiento o parestesia. Además, en casos muy puntuales el nervio óptico puede estar en riesgo y con ello la visión de este ojo.
  • Limitación de la movilidad ocular: Las fracturas orbitarias pueden restringir el movimiento del ojo afectado, ya sea por atrapamiento muscular o por haber sufrido otros cambios del contenido orbitario. Esto no solo causa diplopía, sino que también puede limitar el campo visual del paciente.
  • Infección: Si la fractura comunica con los senos paranasales, existe el riesgo de que se desarrollen infecciones orbitarias, como la celulitis orbitaria, que requieren tratamiento inmediato para prevenir complicaciones.
  • Problemas estéticos: Además de las complicaciones funcionales, las fracturas orbitarias pueden causar deformidades estéticas, como asimetría facial y cicatrices visibles. Estas pueden afectar la autoestima y calidad de vida del paciente, haciendo necesaria la intervención reconstructiva.

El diagnóstico de las fracturas orbitarias generalmente incluye el examen físico donde se realiza una evaluación de la movilidad ocular, la visión y la apariencia de la órbita. También las pruebas diagnósticas como la tomografía computarizada para evaluar la extensión de la fractura y detectar cualquier desplazamiento óseo o atrapamiento muscular.

El tratamiento depende de la gravedad de la lesión y los síntomas presentados. Es fundamental que la evaluación y la cirugía, si es necesaria, sean realizadas por un cirujano oculoplástico especializado. Puede ser un tratamiento conservador con reposo, aplicación de hielo, analgésicos y seguimiento cercano en casos de fracturas menores sin atrapamiento muscular ni hundimiento ocular notable. Sin embargo, pueden requerir cirugía aquellos casos con visión doble persistente, enoftalmos significativo, atrapamiento muscular, desplazamiento óseo o para corregir deformidades estéticas. La cirugía puede implicar la liberación de músculos atrapados y la reconstrucción de la pared orbital con materiales sintéticos.

La recuperación puede variar de semanas a meses, y es esencial un seguimiento continuo con un oftalmólogo u oftalmóloga para controlar la recuperación y tratar cualquier complicación. La rehabilitación puede incluir terapia visual para tratar la diplopía y ejercicios específicos para mejorar la movilidad ocular.

Así pues, las fracturas de la órbita pueden tener serias repercusiones en la salud ocular, afectando tanto la función visual como la apariencia estética. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son cruciales para minimizar las complicaciones y promover una recuperación completa. La atención especializada y el seguimiento cercano son fundamentales para asegurar la mejor calidad de vida posible para los pacientes afectados.

Dr. Rob Van der Veen, oftalmólogo del Centro de Oftalmología Barraquer

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