La cirugía del iris: avances y aplicaciones
24/12/2024
09/06/2022
Esta prueba nos permite valorar si existe algún tipo de limitación en los músculos extraoculares encargados de realizar los movimientos de nuestros ojos. Con el test de Lancaster se diagnostican parálisis parciales o totales de estos músculos, que provocan estrabismos.
Para este test se utiliza una pantalla de color gris, con una cuadrícula en la que están marcados nueve puntos de fijación centrales y otros doce más periféricos, con el propósito de estudiar diferentes posiciones de mirada. El paciente se sitúa a un metro de la pantalla con la cabeza centrada frente a ella y con unas gafas de lentes de colores: color rojo sobre un ojo y verde sobre el otro. El optometrista señalará cada uno de los puntos de fijación con una luz puntual y el paciente intentará superponer otra luz puntual sobre estos. Una será de color rojo y otra de color verde, al igual que las lentes de las gafas, según el ojo que se quiera valorar.
Las respuestas del paciente se marcan en unas plantillas en las que están representadas todas las posiciones de la mirada. De la diferencia de estos puntos respecto a la plantilla, se obtiene la información sobre la limitación de los músculos que presenta el paciente y que evaluará el oftalmólogo especializado en ello.
Raúl Angulo Domínguez, óptico-optometrista del Centro de Oftalmología Barraquer