Mejora de los ensayos clínicos de oftalmología con inteligencia artificial: aplicaciones, beneficios y desafíos
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La presbicia, también llamada popularmente vista cansada, es un defecto refractivo producido por la pérdida de elasticidad del cristalino. Con los años el cristalino, la lente natural del ojo, se vuelve más rígida y, por lo tanto, menos flexible. Este proceso dificulta la acomodación, la capacidad de enfocar los objetos a diferentes distancias.
Generalmente, la presbicia empieza a manifestarse a partir de los 40 años y evoluciona con el paso del tiempo. En menor o mayor medida, absolutamente todas las personas acabaremos padeciendo presbicia. Habitualmente, las personas que presentan miopía suelen empezar a detectar los síntomas un poco más tarde, mientras que los pacientes con hipermetropía tienen más posibilidades de sufrirla antes de la media de edad, alrededor de los 45 años.
La presbicia tiene límite de crecimiento. Su desarrollo suele parar cuando se alcanzan entorno a las 3.5 dioptrías más respecto la graduación inicial presentada cuando empieza a aparecer. Normalmente deja de desarrollarse entre los 60 y los 65 años, aunque su evolución dependerá de los hábitos de cada paciente.
Doctora Paola Sauvageot, oftalmóloga del Centro de Oftalmología Barraquer