¿Cómo afecta la alergia estacional a los ojos de los niños?

21/03/2025

Es importante un seguimiento regular con un oftalmólogo, especialmente durante los períodos de mayor inflamación.

Las alergias estacionales causan inflamación a nivel de nasofaringe ocasionando picor nasal, estornudos, dolor de garganta o tos que suelen ir acompañados de irritación ocular o, en algunos casos, pueden dar afectación ocular aislada. La conjuntivitis alérgica y el eccema palpebral son los cuadros más frecuentes asociados a alergia.

La conjuntivitis alérgica es una inflamación de la conjuntiva por uno o más alérgenos, recurrente y estacional. Cuando el alérgeno entra en contacto con los ojos, los mastocitos de la conjuntiva liberan histamina y otras sustancias para combatirlo provocando la inflamación.

Los síntomas principales son el picor, la hiperemia, el edema de la conjuntiva, el lagrimeo y la secreción mucosa blanco-amarillenta; en casos más graves también puede afectar a la córnea produciendo fotofobia o al párpado ocasionando leve caída del mismo. No suelen afectar a la visión ni dejar secuelas con un tratamiento y control adecuados.

Los alérgenos más comunes en nuestro medio son el polen de plantas y árboles, el polvo y los ácaros y la caspa de mascotas (células muertas de la piel eliminadas por perros, gatos u otros animales). Es habitual encontrar factores genéticos y un historial familiar de alergias, como el asma o la rinitis alérgica, en personas afectadas.

El eccema palpebral es una inflamación de la piel periocular con eritema, sequedad y descamación que causa picor y dolor; suele estar desencadenado por cremas y maquillajes pero también puede aparecer asociado a alergia estacional; asimismo se asocia a piel atópica, en cuyo caso los eccemas palpebrales suelen ser más intensos.

El tratamiento de la conjuntivitis alérgica se basa en: evitar el alérgeno en la medida de lo posible, evitar el rascado (que desencadena más liberación de histamina y más picor) y bajar la inflamación con tratamientos tópicos aunque el tratamiento sistémico pautado por el alergólogo, como los antihistamínicos orales o las vacunas contra la alergia, también ayudan a controlar la afectación ocular. Los tratamientos a nivel ocular son:

1.  Antihistamínicos tópicos para reducir la inflamación y aliviar el picor.

2.  Estabilizadores de mastocitos para prevenir la liberación de histamina.

3. Corticosteroides tópicos para reducir la inflamación en casos más graves, aunque deben usarse con precaución para evitar efectos secundarios como el aumento de la presión intraocular.

4. Lágrimas artificiales para mantener la superficie ocular lubricada.

En el eccema palpebral se aplican cremas de corticoides tópicos pocos días seguido de cremas hidratantes específicas para el párpado.

Dra. Anna Monés, oftalmóloga del Centro de Oftalmología Barraquer