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La cirugía del iris: avances y aplicaciones

Cirugía del iris

24/12/2024

La cirugía del iris es un procedimiento oftalmológico que se realiza para tratar una variedad de afecciones relacionadas con esta parte del ojo. El iris es una estructura circular que controla la cantidad de luz que entra en el ojo al ajustar el tamaño de la pupila. Cualquier daño o alteración en el iris puede afectar tanto la funcionalidad visual como la apariencia estética del ojo. En este contexto, la cirugía del iris ha evolucionado para abordar distintas afecciones:

Indicaciones de la cirugía del iris

Existen diversas condiciones que pueden requerir cirugía del iris, entre las que se incluyen:

  1. Traumatismos o lesiones del iris: Los accidentes o lesiones pueden causar desgarros en el iris, afectar su posición o incluso llevar a la pérdida parcial o total de la estructura. La reparación quirúrgica es esencial para restaurar la funcionalidad y la apariencia.
  2. Aniridia: La ausencia congénita o adquirida del iris puede tratarse con implantes de iris artificial. Esto mejora la calidad visual al reducir la sensibilidad a la luz (fotofobia) y proporciona una apariencia más natural.
  3. Problemas funcionales: Algunos pacientes presentan defectos en el iris, como pupilas disfuncionales o descentradas, que pueden corregirse mediante cirugía para optimizar la visión.

Tipos de procedimientos

La cirugía del iris puede incluir:

  • Suturas reconstructivas: Utilizadas para reparar desgarros o reposicionar el iris dañado.
  • Implantes de iris artificial: Fabricados con silicona biocompatible, estos implantes recrean la apariencia y función del iris en casos de aniridia o lesiones severas.
  • Reparación con láser: En ciertos casos menores, se utiliza el láser para corregir pequeñas irregularidades en el iris.

Beneficios y riesgos

Los avances en tecnología oftalmológica han hecho que las cirugías del iris sean más precisas y seguras. Los beneficios incluyen una mejora en la calidad visual, reducción de la sensibilidad a la luz y restauración estética. Sin embargo, como cualquier intervención quirúrgica, también conlleva riesgos, como infecciones, inflamaciones, aumento de la presión intraocular y daño a estructuras cercanas como el cristalino o la córnea.

Es fundamental que estas cirugías sean realizadas por especialistas altamente capacitados y que se evalúe cada caso de manera individual. Las técnicas modernas, como las suturas microquirúrgicas y el uso de dispositivos de última generación, han minimizado las complicaciones, pero una evaluación adecuada sigue siendo esencial para determinar la viabilidad del procedimiento.

Dr. Jose Lamarca, oftalmólogo del Centro de Oftalmología Barraquer

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