Estrabismo del adulto: causas y tratamiento
22/10/2024
Es la pérdida de paralelismo de los ojos, de manera que estos no están alineados en la misma dirección sobre el objeto de interés visual. Se calcula que afecta al 4% de la población infantil, siendo una de las enfermedades oculares más frecuentes en el niño.
En condiciones normales, los ojos miran al mismo objeto y el cerebro es capaz de integrar las dos imágenes, una de cada ojo, para obtener una imagen única de características tridimensionales.
Para que esta coordinación funcione, existe un complejo sistema encargado de transmitir las órdenes desde el cerebro a cada uno de los músculos extraoculares. Cuando falla alguno de estos circuitos, aparece el estrabismo.
Según la dirección los estrabismos pueden ser horizontales, verticales, torsionales o mixtos. El estrabismo puede afectar siempre un ojo, o existir alternancia, es decir se desvía un ojo u otro indistintamente.
La desviación puede presentarse de forma constante o intermitente, y aparecer solamente en momentos de cansancio, fiebre o desatención…etc. Asimismo, puede desarrollarse a cualquier edad: es congénito si aparece antes de los 6 meses de vida, adquirido infantil, si debuta a partir de los 2-3 años, o del adulto, si se desarrolla en la edad adulta.
El origen del estrabismo es multifactorial. Aunque en determinados tipos sí se conoce la causa, en la mayoría de casos es desconocida o no se conoce por completo.
Lo que sí sabemos es que existen diferentes factores genéticos (antecedentes de estrabismo en la familia) y ambientales (prematuridad, bajo peso al nacer, tabaquismo y alcoholismo de la madre durante el embarazo, problemas neonatales...) y ópticos (hipermetropía media-alta, diferencia de graduación de un ojo con respecto al otro...) que pueden condicionar que el paciente desarrolle estrabismo.
El estrabismo no se puede prevenir, pero sí detectar de forma precoz. Es por ello que resulta fundamental realizar una exploración completa por parte del especialista, a los 2-3 años, aunque no exista sintomatología, y otra a los 5-6 años, antes de completar la maduración del sistema visual.
El tratamiento del estrabismo incluye diferentes opciones terapéuticas que deberán ser consideradas de forma personalizada por el oftalmólogo especialista. Para que sea eficaz, el tratamiento debe ser lo más precoz posible.
Correción del error refractivo
En primer lugar debemos corregir el error refractivo, si existe, mediante gafas o lentillas. En algunos casos, como en el estrabismo acomodativo, la corrección óptica por sí sola puede compensar la desviación.
Recuperación de la visión
En segundo lugar, si se desarrolla ambliopía (ojo vago) en el ojo desviado, deberemos recuperar la visión de ese ojo. Para ello la medida más efectiva es la oclusión del ojo sano mediante un parche.
Existen alternativas a la oclusión, que englobamos bajo el término de penalización y que consisten en inducir visión borrosa en el ojo bueno. Ésta puede ser óptica, mediante la prescripción de una gafa con filtros o graduación incorrecta, o bien farmacológica, mediante la instilación de gotas que dilatan la pupila.
En general, la penalización suele reservarse para casos en los que es imposible el cumplimiento del parche, como mantenimiento de la visión lograda tras la oclusión o en determinados casos de nistagmus.
Tratamiento quirúrgico
Una vez corregidos el defecto óptico y la ambliopía, si persiste la desviación, se procederá a tratamiento quirúrgico. Además de la cirugía existen otras opciones terapéuticas, como la rehabilitación visual, los prismas y la toxina botulínica.
La inyección de toxina botulínica constituye una alternativa en determinados casos, como las parálisis oculomotoras, los ejercicios de ortóptica pueden ser útiles como complemento a la cirugía y en casos seleccionados como las forias y el estrabismo divergente intermitente, y los prismas estarían indicados en estrabismos de pequeña magnitud que provocan diplopia.
Estrabismo convergente o endotropia
Estrabismo divergente o exotropia
Estrabismos restrictivo
El estrabismo restrictivo es aquel en el que existe un elemento “mecánico” que impide la rotación del ojo y que por tanto provoca la limitación del movimiento en una determinada dirección. Los estrabismos restrictivos pueden presentarse en niños, pero son más frecuentes en la edad adulta (adquiridos). Los podemos clasificar en dos grandes grupos:
Preguntas frecuentes