Formaciones a medida en la industria oftalmológica: Una oportunidad única para aprender de los mejores
19/12/2024
15/04/2019
Cuando alguien dona sus ojos, no sólo está ayudando a una o dos personas. Su gesto puede suponer una mejora en el cuidado clínico-ocular que nos acabe beneficiando a todos.
Tras la muerte de un donante de órganos, el consentimiento se obtiene mediante el registro de donantes o por el permiso de un familiar cercano. A continuación, un oftalmólogo residente es encargado de recuperar los globos oculares junto con una muestra de sangre del donante para evitar la transmisión de posibles enfermedades infecciosas.
Una vez que los globos llegan a nuestro banco de ojos y los análisis de sangre resultan negativos, las córneas son examinadas visualmente con una lámpara de hendidura en busca de posibles alteraciones en la superficie, y mediante un microscopio especular se cuentan las células endoteliales.
Si se cumplen todos los criterios para el trasplante, se extraen la córnea y parte de la esclerótica del globo ocular, momentáneamente custodiadas a la espera del trasplante. Dependiendo del método de almacenaje, las córneas pueden conservarse durante un mes.
Incluso si una córnea no resulta apropiada para un trasplante, la totalidad del globo puede seguir siendo útil de muchas maneras. Los globos oculares donados son una fuente inestimable para el entrenamiento quirúrgico de los futuros oftalmólogos, ya que proporcionan el método más preciso para encarar luego las situaciones reales.
Además, las donaciones suponen un apoyo a varias líneas de investigación que intentan mejorar la salud ocular.
Actualmente, junto a otros institutos, estamos estudiando el cristalino para prevenir la aparición de cataratas secundarias en el paciente sometido a una cirugía contra esta dolencia; también cultivamos células epiteliales del cristalino a partir de globos oculares donados para así poder estudiar las posibilidades de regeneración de la lente, e incluso llevamos a cabo estudios mecánicos de la lente del cristalino para comprender mejor cómo enfocamos nuestra visión.
De igual manera, en colaboración con el Centro de Regulación Genómica de Barcelona, realizamos, a partir de la retina, estudios de fusión de células madre para regenerar esta membrana después de quedar dañada. Todo esto nos ayudará a mejorar el cuidado del ojo y la visión en el futuro.
Justin C. d'Antin
Investigador del Centro de Oftalmología Barraquer