Oftalmología

Trasplante de membrana amniótica

¿Qué es la membrana amniótica?

La membrana amniótica es un tejido avascular semitransparente que proviene de la placenta. Se aísla bajo condiciones estrictas de esterilidad tras el parto y se procesa en el banco de tejidos acreditado por la autoridad sanitaria.

Puede tener el formato de una lámina criopreservada que se puede implantar en el ojo después de descongelar, o como un polvo liofilizado que, tras prepararse en condiciones estériles, se puede usar en forma de gotas para los ojos. También puede tener el formato de una lámina liofilizada lista para su implantación directa en el ojo.

El tejido amniótico es ideal como armazón para el crecimiento epitelial. Se sabe que tiene propiedades antiangiogénicas, antiinflamatorias y antibacterianas. Ayuda a cicatrizar las heridas.

La membrana amniótica también se usa en laboratorios para cultivar células, como un andamio en la ingeniería de tejidos.

¿Cuáles son las indicaciones para esta cirugía?

El trasplante de membrana amniótica está indicado en casos de emergencia en quemaduras químicas graves del ojo y en casos del síndrome de Stevens Johnson en la fase aguda, cuando hay perforación inminente del ojo.

También está indicada como un sustituto del tejido conjuntival tras la resección de un pterigión grande, en casos de pterigion recurrente donde no hay suficiente conjuntiva sana para usar como autoinjerto.

También se puede usar en casos de tumores de la superficie ocular para tapar el área descubierta. También se puede usar para corregir anomalías del párpado, como en casos de quemaduras químicas previas, penfigoide cicatricial ocular, síndrome de Stevens Johnson.

Puede implantarse en la córnea en casos de defecto epitelial persistente, queratopatía bullosa, queratopatía en banda calcificada, úlceras corneales profundas y pequeñas perforaciones corneales.

¿Cómo se realiza la cirugía?

En condiciones estériles, después de descongelar la membrana amniótica criopreservada, el cirujano mide el tamaño del defecto a cubrir, corta y adapta la membrana al tamaño adecuado y la coloca encima del tejido conjuntival o corneal.

Se puede aplicar con suturas muy finas o con adhesivo tisular. El cirujano puede usar una o varias capas de la membrana, dependiendo del grosor deseado para cada caso.

Resultados

Los resultados cosméticos son excelentes ya que se combina con el color de la conjuntiva que es semitransparente. Después de varias semanas, la membrana se reabsorbe y queda cubierta por el propio epitelio del paciente.

Posibles riesgos

Uno de los riesgos es la infección, como en cualquier caso de cirugía de superficie ocular. Otros riesgos incluyen el deslizamiento del implante, la reabsorción completa de la membrana amniótica y la no cicatrización de la úlcera, la recurrencia de la enfermedad, especialmente en casos crónicos como queratitis herpética, úlceras neurotróficas, síndrome de Stevens-Johnson, penfigoide cicatricial ocular o síndrome de Sjogren.

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