Oftalmología

Cirugía de los tumores conjuntivales

¿En qué consiste el tratamiento?

La cirugía de tumores conjuntivales consiste en extirpar todo el tumor o una pequeña parte del mismo, y hacer una biopsia del tejido para confirmar si es una lesión benigna o maligna.

¿Cuándo está indicado este tratamiento?

La cirugía se puede realizar por varias razones. Está indicada cuando existe una lesión que causa molestias o enrojecimiento, o que puede estar afectando la apariencia estética del paciente.

Sobre todo está indicada cuando el especialista en tumoraciones ha notado un cambio en el tamaño, color o grosor de la lesión conjuntival y sospecha malignidad. Esto ocurre frecuentemente en lesiones pigmentadas de la conjuntiva y cuando hay antecedentes familiares de tumores malignos como el melanoma.

¿Cómo se realiza?

La cirugía generalmente se realiza bajo anestesia local con sedación leve y es un procedimiento ambulatorio. En casos pediátricos, el procedimiento puede efectuarse con anestesia general. La cirugía se practica en condiciones estériles y con el microscopio quirúrgico.

La cirugía excisional se realiza cuando los bordes del tumor están bien definidos. Primero, el cirujano marca los bordes visibles del tumor, luego se marca un amplio margen lejos de los bordes del tumor para delinear toda el área a extirpar.

Esto se hace para asegurar que se eliminen todas las células tumorales posibles. En algunos casos donde se sospecha malignidad, se realiza crioterapia para asegurar que se destruyan las células tumorales pequeñas (invisibles bajo el microscopio).

La coagulación de los vasos sangrantes se realiza ya que la conjuntiva es un tejido muy vascular y los tumores están aún más vascularizados, de modo que hay tendencia a que sangre durante la cirugía.

El cierre primario con suturas finas se realiza para colocar los bordes de la conjuntiva en casos de tumores pequeños. Cuando el tumor es grande y la conjuntiva restante no se puede colocar con suturas, se usa membrana amniótica para cubrir el área resecada. Se puede usar pegamento tisular o suturas para fijar la membrana amniótica en el área a cubrir.

La biopsia incisional se realiza para tumores con bordes mal definidos o con múltiples lesiones que afectan a una parte muy amplia de la conjuntiva. Se toma una pequeña muestra de la parte central de la lesión y la pequeña herida se cierra con suturas.

La “biopsia en mapa” se realiza cuando el tumor afecta varias áreas de la conjuntiva. Esto significa realizar una cirugía incisional en varias partes de la conjuntiva y se envían varios tejidos para biopsia.

El cirujano etiqueta y coloca meticulosamente las marcas de orientación en las muestras de tejido y las envía al patólogo. Después de aproximadamente dos semanas, se envía un informe histopatológico al cirujano y se informa al paciente de los resultados.

Dependiendo de si el tumor es benigno o maligno, el cirujano informa al paciente sobre el pronóstico. Si el tumor es maligno y los márgenes de disección están libres de tumor, solo se necesita una observación minuciosa.

Cuando en los márgenes de disección hay células tumorales, o cuando el tumor es maligno, el cirujano puede ofrecer un tratamiento complementario como quimioterapia local con interferón, 5 fluorouracilo o mitomicina.

Cuando puede haber extensión orbitaria, o se asocia con metástasis local o distante, el paciente es derivado a un oncólogo para un tratamiento más completo de la neoplasia maligna. En cualquier caso, el oftalmólogo sigue de cerca al paciente para detectar la posible recurrencia del tumor en el ojo y actúa en consecuencia.

Resultados

Como se explicó anteriormente, el pronóstico de cada caso depende del informe histopatológico, que el cirujano explica al paciente. Los resultados cosméticos son excelentes cuando la cirugía y la reconstrucción se realizan correctamente.

Las lesiones benignas no suelen reaparecer y solo requieren controles periódicos. Los casos malignos precisan un seguimiento más cercano ya que tienden a reaparecer.

Posibles riesgos

Como en cualquier tipo de cirugía, la infección es un riesgo.

Otro riesgo es la recurrencia tumoral, especialmente en casos malignos y puede necesitar tratamiento complementario como la quimioterapia. Esto puede hacerse usando gotas para los ojos especialmente preparadas o una inyección perilesional.

En los casos en que el tumor ha afectado un área muy amplia de la conjuntiva, incluido el limbo (área de transición entre la córnea y la conjuntiva-esclera), puede producirse una insuficiencia de las células madre del limbo. Esto puede causar sequedad ocular y molestias que pueden requerir tratamiento con abundante lubricación o, en casos extremos, terapia celular con suero autólogo.

Profesionales que realizan este tratamiento

Preguntas frecuentes

  • Si no se realiza la cirugía, el paciente puede continuar con síntomas de incomodidad y enrojecimiento. El tumor también puede continuar creciendo si no se realiza la cirugía. El paciente debe comprender que cuanto más grande sea el tumor, más agresiva será la cirugía. En casos sospechosamente malignos, si no se realiza la cirugía, puede ocurrir metástasis local o distante. Este es el caso en el carcinoma de células escamosas conjuntivales y el melanoma conjuntival.

  • Dependiendo de la experiencia del oncólogo ocular, se puede aplicar quimioterapia cuando se sospecha neoplasia escamosa. La quimioterapia puede durar meses y puede tener efectos secundarios locales. En cualquier caso, el informe histopatológico es lo que definirá el pronóstico de cada caso y esto solo se puede lograr si se realiza una biopsia.

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