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La queratitis es una inflamación de la córnea, la parte anterior transparente del ojo. Esta afección puede ser causada por infecciones, inflamaciones no infecciosas, uso prolongado de lentes de contacto, patologías de la superficie ocular como la sequedad ocular o trastornos autoinmunes. La queratitis puede ser leve o severa y, si no se trata adecuadamente, puede llevar a complicaciones graves, incluyendo la pérdida de visión.
Tipos de queratitis
Por infección
No infecciosas
Síntomas
Tratamiento
El tratamiento de la queratitis dependerá de la causa subyacente, por este motivo es importante obtener un buen diagnóstico. En el caso de una queratitis bacteriana se recetarán colirios antibióticos específicos para la bacteria identificada. En las virales, se prescribirán antivirales, así como colirios o antifúngicos para las fúngicas. En el caso de queratitis parasitarias, se tratan con agentes antimicrobianos específicos. En las queratitis no infecciosas se recomienda reposo ocular, uso de colirios lubricantes, así como la suspensión de lentes de contacto si fuera el caso. En algunos casos también será necesario el tratamiento con antibióticos o antifúngicos.
Más allá de realizar el tratamiento adecuado, es importante intentar prevenir la aparición de la queratitis con unas pautas generales, que incluyen una buena higiene o protección ocular en entornos donde haya una intensa exposición a la luz UV. El buen uso de lentes de contacto y el no abusar de ellas es fundamental para reducir el riesgo de la queratitis. En los casos en los que ya haya presencia de una queratitis es importante evitar la automedicación y realizar una consulta temprana al oftalmólogo, especialmente si tienes dolor ocular, ojo rojo, cambios en la visión o una mancha visible en la córnea.
Dr. Victor Charoenrook, oftalmólogo del Centro de Oftalmología Barraquer