Retinopatía diabética: Prevención y opciones de tratamiento
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La córnea guttata y la distrofia de Fuchs son dos afecciones de la capa más profunda de la córnea; el endotelio, cuyas células son las encargadas de mantener la transparencia corneal. En la denominada córnea guttata se destruyen las células del endotelio y en su lugar aparecen depósitos o gotas que con el tiempo hacen que la córnea se hinche, pierda su transparencia y se opacifique. Entonces hablamos de la distrofia de Fuchs, que es consecuencia del progreso de la córnea guttata. La distrofia de Fuchs es una enfermedad progresiva que puede avanzar a edema corneal y pérdida significativa de la visión.
Córnea Guttata
En las etapas tempranas, puede no causar síntomas y solo detectarse durante un examen ocular. A medida que la condición progresa, puede llevar a una pérdida de células endoteliales y cambios en la visión, como visión borrosa y sensibilidad a la luz.
Causas:
Distrofia de Fuchs
En la distrofia de Fuchs, las células endoteliales se degeneran y mueren más rápidamente de lo normal. La pérdida de estas células reduce la capacidad del endotelio para bombear el exceso de líquido fuera de la córnea, lo que conduce a la hinchazón de la córnea (edema corneal). Con el tiempo, el edema puede volverse crónico, provocando la formación de bullas (ampollas) en la superficie de la córnea y una disminución de la visión. Los pacientes pueden experimentar visión borrosa, fotofobia, dolor ocular y una visión que fluctúa durante el día.
Tratamiento
Se pueden tratar los síntomas mediante pomada o colirio antiedema pero la solución cuando la enfermedad ha progresado es el trasplante corneal lamelar posterior en el que se trasplanta el endotelio sano de un donante. Así se consigue colocar una nueva capa celular en la parte posterior de la córnea que, al realizar correctamente sus funciones biológicas, devuelve la transparencia al tejido corneal.
Dra. Miriam Barbany, oftalmóloga del Centro de Oftalmología Barraquer