Jornada de revisiones en la Fundació Albert
07/11/2024
19/08/2022
Astou Bodian, paciente senegalesa de la Fundación Barraquer, ha recuperado recientemente la visión en uno de sus ojos. Pisó por primera vez el Centro de Oftalmología Barraquer en el año 2021. Su historia comienza en el año 2012, cuando su visión se volvió borrosa y poco a poco fue empeorando hasta la ceguera. Viajó entonces a Túnez donde, por desgracia, no pudieron solucionar sus problemas de visión. “No salió bien, lo pasé muy mal, con muchos dolores”, comenta Astou al recordar la experiencia. Con su vuelta a Senegal sus posibilidades de recuperación se redujeron aún más.
Pero en el año 2015 todo cambió. Su marido se enteró de que un equipo de la Fundación Barraquer, trasladado en expedición social para realizar cirugías de cataratas, estaba en Senegal. La Dra. Elena Barraquer visitaba a personas con problemas de visión y Astou fue a su encuentro. Recuerda que la visita fue muy bien. Después de muchos años recuperó la esperanza, pero debía viajar a Barcelona para la operación. La preparación para el viaje fue complicada y cuando parecía que podría viajar, estalló la pandemia y el visado le fue denegado. A mediados de 2021, superadas las restricciones de movilidad, pudo venir a Barcelona. Nos cuenta que en ese periodo “tuve momentos en los que me sentí muy triste y pensé que no podría solucionar mis problemas de visión y mis dolores, pero nunca perdimos la esperanza y finalmente lo conseguimos”.
En Barcelona, nos dice, estaba muy emocionada, y, a pesar de no hablar español, en todo momento se sintió bien atendida por el personal de Barraquer. Del Dr. José Lamarca, que la ha atendido en todo el proceso, nos comenta que siempre la informó de todo: “Confío totalmente en sus decisiones, gracias a él he recuperado la vista de un ojo y ya no siento el dolor del otro, no me hace falta más”.
Durante el tiempo en el que ha estado en nuestro país, se ha alojado en casa de unos familiares, que han sido su apoyo fundamental en todo el proceso de recuperación. Nos explica que el choque cultural que experimentó al llegar fue muy grande. Nunca había vivido fuera de Senegal, pero a pesar de ello se ha sentido siempre arropada por la gran comunidad senegalesa que vive aquí, sus familiares, amigos y por el equipo de médicos, enfermeras, secretarias y recepcionistas del Centro de Oftalmología Barraquer. Entre todos han conseguido que en ningún momento se haya sentido sola.
“Este viaje ha cambiado mi vida. Ya puedo ver; antes prácticamente no veía y no tenía absolutamente ningún plan de vida porque sin visión y con los dolores que tenía era imposible. Ahora me siento muy feliz y mucho más libre. No tengo planes de momento más que seguir aquí y acabar mi tratamiento, pero cuando ya haya acabado, junto con mi marido, podremos plantearnos muchas cosas que hasta ahora eran impensables. Ojalá hubiese conocido antes esta Fundación. Estoy muy feliz y muy agradecida”.